domingo, 23 de mayo de 2010

Guns of Brixton


You can crush us
You can bruise us

But you'll have to answer to

Oh, Guns of Brixton



Ha llegado el calor. En las islas hace calor y hace sol. Incluso se toman helados italianos de fresa. De avellana. Y las piernas ya van desnuditas (huele a Nivea).

Cuando íbamos a mudarnos a Londres, me dieron tres premisas "fundamentales": no vivas en Seven Sisters. Ni se te ocurra buscar piso en Elephant & Castle. ¿Brixton? ¿tú estás loca?. El viernes salimos por la noche por Brixton.

En mi cabeza sólo había imágenes de barricadas con Joe Strummer (que en paz descanse) liderando un séquito de irreverentes. Nada más lejos de la realidad. Hemos llegado a una conclusión: han creado un mito cruel para que nadie se mude ni vaya a verles. Para que les dejen tranquilos. Es un barrio con lucecitas de colores colgando de las ramas de los árboles y cines con cartelería de los años 50. Chicas pin-up de labios rojo pasión y gente bailando al ritmo de su música interior en las aceras.

Al llegar al local del concierto de Ska al que íbamos, eso sí, nos cachearon hasta el esternón (que no, que no, que no es que haya un problema con las armas en el barrio.. era para... mostrarnos afecto británico. Es Brixton, ¡por favor! ¿qué armas va a haber?).

La mezcla de estilos del lugar era increíble. Terraza con barbacoa y Bob Marley trinchando la carne. Una Blancanieves de 8 años sale por la puerta correteando descalza, seguida de una Campanilla verdosa y brillante.

Los británicos se mezclan entre razas. Entre estilos. Entre tribus urbanas. No es que sean más tolerantes que en otros lugares. Hay una peculiaridad. Aquí, en las islas, te haces amigos en tu más tierna infancia. Llegas a la guardería. Te prestan una cera roja. Lo siento, vas a estar con Violet para el resto de tu vida. Haber elegido mejor, porque sabes que en el futuro (y lo tendrías que saber ya) tú serás un rocker con tupé engominado y ella una amante de los colores flúor y las raves. Es imposible entrar en estos grupos. Es bonito que mantengan los lazos pero no intentan encontrar nada más allá. Relaciones sentimentales sí. Amigos no. De hecho, podemos presumir de no tener ni un amigo inglés (italianosargentinosamericanosfrancesessurafricanospolacosaustralianos sí).

En menos de una semana vuelvo a Madrid "Mon Amour".

Qué lentitud, de pronto.
Qué dulzura.

Tú no puedes saber.

("Hiroshima Mon Amour", guión de Marguerite Duras)

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