lunes, 21 de junio de 2010

Tokyo, mon amour


Aujourd'hui seule triste et fèbrile
Sous la pluie de notre ville
Je marche dans Tokyo les larmes aux yeux
Je ne vois rien à l'horizon
Mon amour ... Mon amour ... Mon amour ... Tokyo


Los perfectos puzzles cósmicos existen. Vamos colocando piezas poco a poco. Sorprendentemente, todo va encajando con una facilidad pasmosa. En Londres, los círculos se cierran. Será porque es una isla.

Nuestra amiga M. vino a vernos en marzo. Ella es mi amiga más antigua. Fotos con falda corta de uniforme de colegio inglés (con el escudo dorado y azulón). Muy altas las dos. Nos cambiamos de colegio. Nos cambiaron al mismo a la vez, después de sectarios incidentes. Mi amiga M. es original hasta la médula y tiene el pelo rojo. Yo pelirrojo. Las dos llevamos gafas de carey, pero ella redonditas y yo más de estudiante marginado. Ella dibuja muy bien. Yo hago lo que puedo. Ella estudió japonés. Yo estudié chino. Mi amiga M. está en Tokio viviendo. Yo estoy viviendo en Londres. Ella vive en una isla. Yo vivo en una isla. Tengo una foto suya con un orinal en la cabeza.

adieu mon amour
alone and having nowhere to go
I wander in the streets
so many tears that I can't
see anything
mon amour
mon amour
mon amour tokyo
(Pizzicato Five)

M. estudia arquitectura. En Tokio trabaja de prácticas en un prestigiosísimo estudio, el de Sou Fujimoto. Da la casualidad (siento la pieza encajando sinuosa y lentamente) de que en el Museo tenemos ahora una exposición nueva sobre arquitectos que crean espacios pequeños... da la casualidad de que M. lleva meses cortando metacrilato para construir una estructura transparente. Un cielo de estrellas geométrico. Da la casualidad de que hoy hemos posado la palma de la mano sobre los cortes que ella ha hecho. El inside/outside tree está bajando unas escaleras. Torciendo a la izquierda. Subiendo otras escaleras, estas de mármol, desde nuestro invernadero. Por un segundo, nuestras manos se han juntado surcando océanos.


Dentro del árbol: puedes quedarte encogido dentro de la estructura. Te he imaginado ahí, pequeñita, con tu pelo corto, trepando por el "árbol" y diciéndonos "konichiwa!". Seguro que no es una escultura a modo de mensaje para nosotras única y exclusivamente? porque yo lo veo así (y me gusta).

Acabo de llegar y casi me estoy yendo (y me gusta también)

miércoles, 16 de junio de 2010

Everything flows


June, she´ll change her tune,
In restless walks she´ll prowl the night;
July, she will fly
And give no warning to her flight.


Llegué ayer-casi-hoy a Londres. Era ayer en Londres. Era hoy en Madrid.
Me he dejado cosas que no cabían físicamente en la maleta.
Sí ha habido espacio para encajar en ella suspiros que me he guardado, hierba que me he sacado de los bolsillos, tormentas meteorológicas y corporales y deseos acérrimos de exprimir esta ciudad de claroscuros hasta el final para retornar al hogar con la lección aprendida y con ganas. con ganas.
Silbando canciones bonitas bajo el sol abrasador (que arde. que quema) de las nuevas eras.


Sing along with me: es como en esos vídeos que veíamos de pequeños en inglés. Canciones. Las letras van apareciendo y coloreándose según las tenías que ir cantando. Así de fácil parece. Todo va fluyendo, fluyendo. Sólo que a veces no sigues la letra. Y aún así fluye de forma natural. Lalala.

sábado, 29 de mayo de 2010

Hello Goodbye


You say yes, I say no.
You say stop and I say go go go, oh no.
You say goodbye and I say hello


Quince días. Un poquito más. Tres horas. Más o menos. Avión. dos horas y cuarto. Si no hay retrasos. Madrid. Llueve en Londres.


[...]Volver, pasados los años, 

hacia la felicidad 

para verse y recordar 

que yo también he cambiado.
Jaime Gil de Biedma

Mind Your Head: hacía mucho viento en el metro, en la Picadilly Line, y teníamos miedo de que una piedrecita nos atravesase limpiamente la cabeza entrando por la ventana abierta. Pero te quedas ahí igualmente. Emergency exit. Como cuando caminas sobre rejillas que dan al vacío. Andas por encima adrede.

domingo, 23 de mayo de 2010

Guns of Brixton


You can crush us
You can bruise us

But you'll have to answer to

Oh, Guns of Brixton



Ha llegado el calor. En las islas hace calor y hace sol. Incluso se toman helados italianos de fresa. De avellana. Y las piernas ya van desnuditas (huele a Nivea).

Cuando íbamos a mudarnos a Londres, me dieron tres premisas "fundamentales": no vivas en Seven Sisters. Ni se te ocurra buscar piso en Elephant & Castle. ¿Brixton? ¿tú estás loca?. El viernes salimos por la noche por Brixton.

En mi cabeza sólo había imágenes de barricadas con Joe Strummer (que en paz descanse) liderando un séquito de irreverentes. Nada más lejos de la realidad. Hemos llegado a una conclusión: han creado un mito cruel para que nadie se mude ni vaya a verles. Para que les dejen tranquilos. Es un barrio con lucecitas de colores colgando de las ramas de los árboles y cines con cartelería de los años 50. Chicas pin-up de labios rojo pasión y gente bailando al ritmo de su música interior en las aceras.

Al llegar al local del concierto de Ska al que íbamos, eso sí, nos cachearon hasta el esternón (que no, que no, que no es que haya un problema con las armas en el barrio.. era para... mostrarnos afecto británico. Es Brixton, ¡por favor! ¿qué armas va a haber?).

La mezcla de estilos del lugar era increíble. Terraza con barbacoa y Bob Marley trinchando la carne. Una Blancanieves de 8 años sale por la puerta correteando descalza, seguida de una Campanilla verdosa y brillante.

Los británicos se mezclan entre razas. Entre estilos. Entre tribus urbanas. No es que sean más tolerantes que en otros lugares. Hay una peculiaridad. Aquí, en las islas, te haces amigos en tu más tierna infancia. Llegas a la guardería. Te prestan una cera roja. Lo siento, vas a estar con Violet para el resto de tu vida. Haber elegido mejor, porque sabes que en el futuro (y lo tendrías que saber ya) tú serás un rocker con tupé engominado y ella una amante de los colores flúor y las raves. Es imposible entrar en estos grupos. Es bonito que mantengan los lazos pero no intentan encontrar nada más allá. Relaciones sentimentales sí. Amigos no. De hecho, podemos presumir de no tener ni un amigo inglés (italianosargentinosamericanosfrancesessurafricanospolacosaustralianos sí).

En menos de una semana vuelvo a Madrid "Mon Amour".

Qué lentitud, de pronto.
Qué dulzura.

Tú no puedes saber.

("Hiroshima Mon Amour", guión de Marguerite Duras)

domingo, 16 de mayo de 2010

De viaje


Podemos irnos juntos lejos de este mundo tú y yo,
En un viaje por galaxias infinitas hacia el sol,
No queda nada que prolongue mi parada en este mundo
Ni un solo minuto.

En dos días y medio he estado en tres países. El viernes crucé el Canal de la Mancha para ir a Lille. Cuando vas atravesando túneles en Inglaterra, se te taponan los oídos. Cuando entras en el túnel sumergido, no. El aire que sale de los aparatos de aire acondicionado huele a palomitas. Creo que lo hacen para que se te olvide que tienes toneladas de agua sobre tu cabeza y empieces a evocar películas olvidadas y noches de amor en cines de barrio.

La luz de Francia es distinta. Me he comido cuatro croissantes en dos días y medio. He bebido zumo de fresa (el mejor del mundo, dice A.), cerveza y orangina, con su pulpa que pica. He fingido que no hablaba francés una noche al lado de la salida de metro, porque me molestaban.

En Brujas había muchos boy scouts y girl scouts. Me compré chocolate negro, negro con forma de caballitos de mar y conchas. Bebí cerveza belga. Vi canales de agua oscura y familias de patos desfilando sobre ella. Vi adoquines, coches de caballos. Vi la torre del mercado. Vi que es más alta que las torres de las iglesias. Vi a Tintín y al gato más grande del mundo. Vi el sol de Brujas. La ciudad no se reflejaba en el suelo (y me han dicho que cuando llueve sí ocurre). El cielo sí se reflejaba en los canales. Vi belgas hablando en inglés.

En Lille hay una Puerta de París. Hay un Sacre Coeur. Hay muchos perros y tiendas españolas. En Lille puedes escuchar ópera en la calle y comprar libros usados con aroma a "tristesse" en el mercadillo de La Bourse. Y sellos rusos y holandeses.

En Francia se duerme mejor que en Inglaterra. Es una "petite mort". Volví a Londres. Vine escuchando a los Shins. Jugué con un niño australiano a sacarnos la lengua. Un placa decía que mi tren se llamaba "Waterloo Sunset".

But I don't feel afraid
as long as I gaze at Waterloo Sunset
I am in paradise
(The Kinks)

jueves, 13 de mayo de 2010

Au revoir, Londres


C'mon, c'mon, c'mon, c'mon now
Touch me, babe
Can't you see that I am not afraid?


El transporte en Londres es peculiar. Sí, esa es la palabra. Peculiar. Te acostumbras a los fantasmas que conducen los coches al lado izquierdo. Te acostumbras a que los vehículos vengan por el lado contrario. Hay momentos extraños.

El metro tiene una peculiaridad. Tiene instintos. Instintos asesinos. Cuando se cierran las puertas (Mind the gap!), se cierran. Da igual que haya una persona, un maletín o un cochecito de bebé. Aprietan y aprietan. Los pasajeros del interior del vagón intentan arrastrar a la señora atascada. Se pone colorada. Da las gracias. Se acomoda en un lateral. Ocurre unas 12 veces al día... en cada vagón.

En el metro la gente duerme. Yo duermo siempre. Hace dos días también. Llegamos a nuestra parada, a Kings Cross y no me di cuenta. Loreto se bajó. Yo dormía. Una mano fría empezó a acariciarme la rodilla que me asomaba por el roto de mis vaqueros pitillo. Loreto, pensé. Incorrecto. Una joven rubia me acariciaba la rodilla desnuda. Me sonreía. La miré. Me miró. Miré el nombre de la parada. Merde. Salgo corriendo y ella se queda dentro. Una rubia inglesa me tocaba mientras dormía. El metro de Londres.

A la vuelta de nuestro destino cogimos el autobús (que no, no es que le haya cogido miedo al metro por las dudosas experiencias "cariñosas" que en él se dan) y así tener una vista panorámica. Subes al segundo piso. El autobús va engullendo a ciclistas, peatones, motos y coches. Te los comes. Les matas. Vuelven a aparecer mágicamente antes tus ojos. Una rama enorme se estrella contra la ventana de atrás y por un momento el cielo se venía encima de nosotros.

Mañana dejo los transportes que van al revés y vuelvo al viejo continente por tres días. Me quedaré dormida debajo del mar, como las sirenas. Pero las sirenas no tienen rodillas desnudas.

The wind carries
Into white water,
Far from the islands.
Don't you know you're
Never going to get to France.
(Mike Oldfield)

NOTA DEL DÍA: mi jefa nos ha pedido que si, por favor, nos importaría buscar en librerías de segunda mano abominables (eso es mío) novelas rosas de Barbara Cartland (conocidísima! de verdad que no sabéis quién es? oh my god!) para traerlas al museo, escanear las portadas, retocarlas y hacernos con los derechos para vender las imágenes. Ajá. No pienso dejar que me vean comprando algo así.

domingo, 9 de mayo de 2010

Al final de la escapada


Let's dance little stranger
Show me secret sins
Love can be like bondage
Seduce me once again


Hemos venido a Londres para ver películas de la Nouvelle Vague. Hemos venido a Londres para ver películas de la Nouvelle Vague al lado del London Bridge. En un pub con sala de proyecciones. Con sofás vintage mulliditos y cómodos. Esos sofás que te imaginas cuando te quieres imaginar un sofá. Con botones que hacen que se hunda el asiento por cuatro partes. Cada uno de un color. El mío, burdeos.

Te acurrucas en él. Te tapas con el abrigo. Cuelgas las piertas en el reposa brazos. Coges tu té entre las manos (huele a canela y a época colonial) y te entregas al placer. Programa de la tarde: Bonjour Tristesse y Á bout de souffle.

Eres una española que vive en Inglaterra que ve películas en francés y lee inevitablemente subtítulos en inglés.

Un director de cine ha venido a introducir las películas. A los ingleses les falta vocabulario generalmente. Todo se resume a cuatro palabras básicas que aplican a millones de conceptos. Ha repetido diez veces que no se pueden explicar estas películas. Que son bizarras. Que es otro lenguaje. Ajá. Quince minutos de no contar absolutamente nada. De tocarse los botones del abrigo marinero incesantemente.

Da igual. Tan bonitas. Jean Seberg tiene una belleza hipnótica. Ojos de gata cándida. París en blanco y negro. El dulce sonido del francés. Erótico. Casi se podía oler. La chica del New York Times andando por la línea blanca que divide la carretera. Horas que son minutos que son noches y días enteros en la cama, debajo de las sábanas. Vinilos. Cigarrillos mal hechos. Camisetas a rayas. Aish!

El viernes estaré un poco más cerca. Cerca. Francia. Llevaré en la mochila mi savoir faire, mi rouge à lèvres. Uuummm, me gustaría llevarme más cosas dentro, de viaje. Au revoir, Londres!

Adieu tristesse
Bonjour tristesse
Tu es inscrite dans les lignes du plafond
Tu es inscrite dans les yeux que j'aime
Tu n'es pas tout à fait la misère
Car les lèvres les plus pauvres te dénoncent
Par un sourire
Bonjour tristesse
Amour des corps aimables
Puissance de l'amour
Dont l'amabilité surgit
Comme un monstre sans corps
Tête désappointée
Tristesse beau visage.
(P. ELUARD)

jueves, 6 de mayo de 2010

Master and Servant


Domination's the name of the game
In bed or in life
They're both just the same
Except in one you're fulfilled
At the end of the day


Se respiran elecciones en Londres. Estamos a escasas horas de conocer los resultados de las votaciones (aunque todo apunta a un trágico final). En el Big Ben, como viene siendo tradición, se irán proyectando los datos del escrutinio hasta que se haya completado el recuento. Con luces. Con colores. Con borrachos andando alrededor de la Abadía de Westminster.

Con lo primero que nos hemos encontrado esta mañana, al llegar al metro de Hammersmith, ha sido la portada de The Sun. Cameron, a modo de Obama blanco, es la gran apuesta del "serio" periódico. Ben & Jerrys, en cambio, ha hecho helados laboristas. Está claro. Entre comerse un cucurucho y meterte sensacionalismo en vena... de fresa, por favor. Con virutitas de colores.

Es extraño vivir unas elecciones en un lugar anglosajón. Es una fiesta. La gente coloca carteles con su preferido en las ventanas. Llevan pegatinas en las solapas de las chaquetas de tweed. Me resulta incluso obsceno. Mande un mensaje al 5555 para votar por...

Monsieur le Président,
je vous fais une lettre,
que vous lirez peut-être,
si vous avez le temps
(Boris Vian)

Nuestra jefa ha desaparecido de la oficina durante 20 minutos. Pensé "ha ido a votar". Error. Clara, como a ti se te dan bien estas cosas, en fin, ya sabes, creativas y tal. Ajá. Pues eso. Toma, lazo rojo. Tijeras. Aguja. Hilo. No te importa hacerme una medalla como las de los concursos. Sí, sí, así, fruncida. Como en las que pone 1#. En rojo. Laborista, sí. Es para mi perrita. Se lo pondré en el collar para que parezca que ella también ha votado y que es de los míos. En 10 minutitos me lo terminas ¿no?. Trabajo de campo en un museo de arte y diseño. De diseño de medallas electorales para Sharpeis.

Nos hemos colado en un "Polling Station" o colegio electoral. Nos ha captado una conservadora (con una medalla igual que la que le he hecho a la perrita, pero en azul) (que no digo que ella sea una perra...). Le hemos dicho que estudiábamos ciencias políticas en España. Nos ha enseñado el sitio. Tan... tan... como en España. Esperaba confetis y guirnaldas, por lo menos. O exquisitos lords británicos concentrados en divagaciones políticas bebiendo té.

¿La anécdota del día? pasando por delante de Downing Street. Al otro lado de la valla. Dentro del recinto. Prensa esperando. Un grupo de españoles se detiene fuera. Miran hacia el interior de la callejuela presidencial. El comentario: "hay cámaras aquí. Deben estar grabando una peli en esta calle y por eso hay polis, para que no les molesten. Lo han vallado y todo". En fin. Que Brown nos pille confesados.

martes, 4 de mayo de 2010

Al norte del norte


"Vivo al norte del norte
Hace frío en mi país
Lejos de todo, lejos de ti"


Cuando era pequeña dormía fatal. Tenía miedo. Pensaba demasiado y leía cosas que no me correspondían. No tomaba Coca-cola pasadas las 7 de la tarde, por si acaso. No me gustaba nada la oscuridad. Dormía pocas horas. Releía mis comics de Le Petit Spirou. Llegó un día en el que encontré el placer. Oh! dormir... abrir esa puertecita hacia el subconsciente. Sábanas y almohadas que huelen a jabón. Uuuummm... cama... oscuridad.

En Madrid dormía mucho. Demasiado. Según me levantaba por las mañanas pensaba en la siesta de dos horas (y media... pero me daba vergüenza decirlo) que me echaría al volver de la universidad. Siesta, siesta. De las de verdad. Con edredón. Con la camiseta de dormir. Con las contra ventanas ligeramente cerradas al igual que las persianas. Te levantas en otra dimensión. Maravillosa dimensión. Muchas veces volvía corriendo de clase y comía en 15 minutos sólo para poder dormir una hora antes de ir a trabajar.

En Londres cambian los hábitos de sueño. Están al norte del norte. No hay persianas. Y sí hay sol y luz. Mala combinación. Un rayo de luz me atraviesa el cerebro a las 6 de la mañana. Meto la cabeza debajo de las almohadas. Me pongo mi antifaz (de gato). Lloro por dentro queriendo asesinar a alguien. Mi sueño y yo éramos casi amantes y ya no somos nada de nada. Me duermo por las esquinas, literalmente. En el metro. En el autobús. En la cocina del museo. En los parques. En los jardines. En casas ajenas. En bancos. En pubs.

But ain't no walls in the jailhouse safe enough
To hold you down tonight
I'll be right out here on the other side
Waiting for you by the red twilight
(The Raveonettes)

Llega la noche. Estoy agotada. Mi cuerpo flota. Se me dilatan las pupilas. Me quedo a oscuras. En camisón. Con mis enormes cascos puestos. Escucho canciones. De un tiempo a esta parte escucho siempre las mismas antes de conseguir entrar en fase REM. Me pongo un poco idiota. Me coloco el antifaz a la fuerza. Me cojo la luna debajo del brazo... hasta mañana, Londres. Hasta mañana, Madrid.

domingo, 2 de mayo de 2010

Wake up, it's a beautiful morning


Wake up, it's a beautiful morning
Honey, while the stars are still shining
Wake up, would you like to go with me
Honey, take a run down to the beach


Londres ha vuelto a ser Londres. La lluvia vive de nuevo con nosotras. Ahora no cae como expulsada con un vaporizador. Ahora es como en los dibujos infantiles. Una nube con perfectas gotitas cayendo contra el asfalto. Contra los autobuses. 

Cuando me he despertado, pensaba que estaba nevando. Eran las flores rosas y blancas de los cerezos desprendiéndose de sus confortables ramas para dibujar líneas al otro lado de mi ventana. Hay viento. Bastante viento. Hay un agradable “plic, plic, plic” en el cristal.

En todos los lugares te encuentro
en todos los lugares me siento un habitante más
en la ciudad del viento
(Quique González)

Ayer hablé con Loreto sobre felicidades varias. Yo hablaba sobre domingos en la cama. Ella sobre pisar charcos. Uno de los días más bonitos de mi (nuestra) temprana adolescencia (o por lo menos, de los que más recuerdo) fue un viernes. Salida del colegio. Había llovido durante todo el día. Las calles estaban llenas de charcos enormes. Océanos. No recuerdo si llevábamos botas de agua. No lo creo. Probablemente fueran las raquíticas Converses que no nos quitábamos nunca. Saltamos sin parar. Nos empapamos. Ahora estamos en Londres, juntas y, probablamente, salgamos también a empaparnos. Hay cosas que nunca cambian. Menos mal.

Realmente esto es un post “no-quiero-hacer-trabajos-para-la-universidad-y-me-busco-cualquier-excusa-ya-sea-escribir-o-mirar-a-la-pared-para-no-hacerlos”. No me puedo tomar en serio trabajos en los que me piden resumir, de cualquier libro, conceptos teóricos básicos del periodismo... en quinto de carrera… si a estas alturas no sé lo que es un editorial, mal vamos. Puede que sea mi profesor el que no lo sabe y por eso me lo pide. Entonces, vale. Mira que lo intento… pero es imposible. Empiezo con un tranquilo Quique González para concentrarme en editoriales británicos (para otra asignatura) de diarios “de renombre”, pero son una bazofia. Se me va la cabeza a otras cosas inevitablemente. Me cabreo con el periodismo. Me pongo a escuchar The Drums. Me altero. Me pongo “nerviosa” y ya no puedo seguir. Y solo quiero salir a la calle a que me caigan florecitas de cerezo por la cara y el pelo. Y gritaaaaaaaaaaaaaaaar de pura desidia dominguera. Silbemos.

lunes, 26 de abril de 2010

Let's pretend we're bunny rabbits


When the working day is done,
Oh,girls,

They wanna have fu-un.
Oh,girls,
Just wanna have fun...



Londres es gris pero tiene miles de parques verdes. Verde intenso. El sábado fue uno de esos días de sol. De calor. Guardé en el cajón los leotardos por un día. Destino: Saint James's park.

Hay una peculiaridad interesante en esta mancha de hierba. Aquí hay pelícanos. Sí, pico grande, alas largas...Un pelícano, vamos. Aunque, a falta de peces por la zona, han empezado a devorar palomas. Increíblemente desagradable. Las pequeñas se retuercen y aletean dentro de la gran bolsa naranja. Agonizando. Si omitimos esto...Las fresas deliciosas y el sol maravilloso.

Con la esperada llegada del calor, aquí (y supongo que en todas partes) se desata la fiebre de las bodas. Ajá, sí, esos eventos cargados de...No voy a empezar. El caso es que, si las bodas, como evento, carecen de absoluto interés para mí, las despedidas de solteras/os sobrepasan los límites de mi aguante.

"Grandes" mujeres inglesas. Hiper maquilladas. Gritonas. Sobreactuadas. Todas en corro, en el parque, chillan y envuelven a la novia en papel higiénico a modo de vestido nupcial. Aaaaaaaggg, kill me now, please!

Nos vamos. Salimos del pulmón vegetal y nos adentramos en las callejuelas de Londres. No, por favor. No había un grupo. No había dos. No había tres. Chicas vestidas de prostitutas de tercera (si por lo menos tuvieran buena pinta...). Chicas con orejitas de gato (porque, evidentemente, ese es el tipo de cosas que ya no podrás hacer casada y, toooodas queremos probarlo una vez en la vida). Chicas pretendiendo ser conejitas de Playboy (nada más alejado..). Chicas con colitas de diablesa. Chicas semi desnudas (y reincido en que si por lo menos estuvieran desnudas con buen gusto... porque yo no tengo ningún problema con desnudarme; sí lo tengo con hacerlo a medias y con una falda de latex por la calle). Chicos borrachos vestidos de Mr. Potatoe y de bebé.

No sé si alegrarme o llorar por los penes que se ponen en la cabeza algunas "despide solterías" españolas... si alguna vez se me pasa por la cabeza (no lo que acabo de nombrar en el sentido estricto, claro) unirme a algo así... aliviad mi dolor, por favor.

Entiendo que no todo el mundo puede vivir el amor de la misma manera... entiendo que hay gente que se quiere casar, que quiere hacerlo en una gran iglesia, de blanco, con cientos de personas... lo entiendo. No lo comparto. Lo entiendo. Pero... sentí que el mundo implosionaba cuando, en medio de Leicester Square, "las gatitas picantes" conocieron a "los super héroes borrachos". Ya no era una despedida de solteras y otra de solteros... Eran hormonas presionadas por la boda de sus respectivos amigos interactuado. Casi me salpica.

The end could be soon, we'd better rent a room
So you can love me
Will you put on that long white dress
While I burn when there's no more tomorrows?
(Mark Lanegan)

NOTA PARA EL FUTURO: si dentro de años decido, por alguna razón de peso, casarme (o, lo que es lo mismo, firmar un papel), ni se os ocurra hacerme una fiesta de despedida de soltera sorpresa (si consiste en invitarme a un increíble viaje alrededor del mundo con tramos en elefante... juro que me trago mis palabras... e incluso me planteo ponerme la diadema-pene durante 2 minutos... en privado... sin cámaras...).

ACLARACIÓN: no es que no crea en el amor. Soy fan de él. No me gustan las bodas. No las veo necesarias. Ni las despedidas de soltera/o. Tendrían sentido si de verdad te despidieses de todos los que te organizan algo así. Y yo, eso, lo entendería.

sábado, 24 de abril de 2010

Anarchy in the UK


If you don't see no punks in downtown,
Do you know this town is dying quick? (It's just no good!)
I'll guarantee you in this town
You'll have a trouble finding goddamn prostitutes


Hoy ha sido el entierro de Malcolm McLaren. El creador de un mito. Amateur. Vago. Despreciable. Sucio. Basura. Escoria... Punk.

Ha sido una gran decepción para mi. No importa, evidentemente. Pero lo ha sido. Odio las incoherencias terrenales-mortales-subexistenciales. Odio que la gente vaya a entierros de gente que odia sólo porque están muertos y "es lo que hay". Odio que no se cumplan últimas voluntades (aunque sean ridículas. Aunque no sirvan ya). Odio, sobre todo, morir así. No se puede ser punk y tener un funeral con un reverencial coche de caballos que lleve tu féretro hasta una gran iglesia. Ansiaban que dios salvase a la Reina. Parece que también deseaban que les acogiese en su seno. Quién sabe, quizás esta fue su última voluntad.

I am an anti-christ
I am an anarchist
Don't know what I want but
I know how to get it
I wanna destroy the passer by cos I
(Sex Pistols)

Londres está ardiendo (sí, esto es más The Clash). Los festivales y conciertos se empiezan a anunciar por todas partes. Te entra ansiedad. Los quieres todos. No te caben en la cabeza tantos artistas. Tanta música. Tanta gente. Tienes que ir tomándolos poquito a poco. Desde el ya cascado Paul McCartney hasta LCD Soundsystem, pasando por Iggy and The Stooges, Belle and Sebastian, Charlotte Gainsbourg y Miss Patti Smith entre otras.

Me quedo con Hop Farm. Bob Dylan, Mumford & Sons y los Magic Numbers. Problema: estaré en Madrid en esos días. Merde. Tampoco estaré para el Cambridge Folk Festival. Merde. Estoy presionando para conseguir entradas para ver a Dylan en Barcelona (sí! sí! sí! por favor!) pero todo apunta a que, al final, no veré nada.

Todos se hacen mayores. Incluso los punks. Chicos de traje que quieren entierros en grandes iglesias del buen barrio de Marylebone. Supongo que es comprensible. Supongo. Me hubiera gustado ver una despedida a lo grande. A lo grande para un rebelde. Con fuegos artificiales y gritos de alegría. Puede que, ahora, se esté tomando unas vacaciones en el sol. Pero si lo pienso bien, el "Cash from Chaos" toma mucho más sentido después de esto.

PS: mi regalito de Sant Jordi? un libro de Roald Dalh. Gracias Lore...You know the rest.

martes, 20 de abril de 2010

I'm coming


Arde una estrella entre nosotros dos
que no me deja estar tan cerca
si subes la escalera de color

préstame pintura de guerra



Ya puedo afirmar que soy un poquito más inglesa. Si. Hoy he salido a la calle sin calcetines ni medias ¡viva viva! Incluso se me ha dorado el brazo derecho de estar tirada al sol durante la comida. El clima londinense es un enigma para mi.

La universidad ya me ha mandado un mail para avisarme de que voy por la mitad de mi beca. El tiempo vuela. Es extraño pensar en enero. En mí en enero. En lo que yo era aquí (y en España) en enero. En ese momento, Londres era un espíritu punk ondeante en mi mente. En gris y en rojo. Lleno de vinilos. Lleno de nacionalidades. Lleno de puddins y ginger ale.

Londres ahora es una puerta. La abrí un poco después de llegar. La cerraré al irme en dos meses y algo. Dejaré gran parte de lo que era aquí...Aunque era el momento de hacerlo. Y es que "la vida te lleva por caminos raros". Pero son bifurcaciones construídas con baldosas amarillas. Creo que ahora sí echo de menos alguna visita fugaz a Madrid...

¿Cuándo vas a venir otra vez a Madrid?
¿Cuándo vas a venir otra vez por aquí?
(Quique González)

Hoy se han ido abriendo los aeropuertos de Gran Bretaña poco a poco. Europa ya no está aislada de nosotros. Pobres. Tan solos sin nuestra isla. Ya no habrá que nadar hasta la orilla. Ya podemos...Volar.

Queda poco para las elecciones. Hoy el periódico publicaba una foto de la mujer de Gordon Brown con una mancha en la falda de tinta. Sólo enfocaban eso. Su trasero. La falda. La mancha. La tinta. Me daría pánico votar en un país en el que hacen posar a los afectados de las noticias para sacarles guapos. Padre detenido por conducir borracho el coche-barbie de su hija. Padre posa con el volante de juguete y con cara de "¡ey! ¡me pillaron tío!". Apasionante.

Echar de menos cosas que ni tienes ni tenías cuando llegaste a la ciudad con una maleta llena de "Clara". Apasionante, again. (Tengo que dejar estos posts. Pensaba que me había dejado el existencialismo en la dulce adolescencia. Buscaré mi redención. O me daré a las drogas, sexo and Rock & Roll, baby).

(Parece que esto iba hoy de Quique González. Será que tengo ganas...De Madrid)

lunes, 19 de abril de 2010

Y por enredar, desenredarte


Me enroscaré.
Después me iré curvando como un muelle
la tarde irá pasando como suele
en espiral.
Girando mis talones
formando tirabuzones, pienso...


Hoy estoy un poco intensa así que me saldría un post coñazo total...Y probablemente un poco moña...Y yo soy una chica dura...Por lo que no puedo permitirlo. Cosas de la vida. Por lo que no puedo actualizar. Estoy pastelosa...

Hablando de pasteles. En este país les encanta comer. A todas horas. En todas partes. En cualquier postura. Tienen mala comida pero les gusta engullir. Parece que hay cumpleaños todos los días en nuestro "invernadero" y siempre traen algo. Todos los días hay comida en bandejas. Chocolate. Fresas. Uvas. Galletas de mantequilla. Muffins. Cupcakes. Estos son los mejores. No por el sabor, que no. Por los colores que tienen. Te empalagan hasta convertirte en un muñequito de escarcha azucarada, pero te lo comes, porque es azul y no puedes dejar de comerte una cosa azul. En qué cabeza cabría.

Hoy se ha caído una rama enorme de un árbol al suelo justo después de que pasáramos por debajo. Yo digo que es el aire. Ellos dicen que es porque se dejaron una puerta abierta de un armario en una cocina y que eso trastoca el karma y, al parecer, o así lo entiendo yo según me lo intentan explicar, si no cierras puertas, los electrodomésticos luego te persiguen para matarte.

Me da miedo entrar en la cocina,
me da miedo lo que pueda haber,
la tostadora se ha vuelto asesina,
el lavaplatos no me puede ver
(Alaska y los Pegamoides)

Tengo días de escuchar música infinitamente maravillosa (porque dura días, literalmente, y porque su "maravillosidad" no tiene fin) y edredón (con la única compañía de un ratón...). Ya sólo quiero sol si...Eso. Que me traigan el museo a casa. Que mi jefa siga fuera de la nube negra un poquito más. Si alguien me escucha, que me traiga un batido de fresa, por favor (Con pajita. Con nata montada. Con retro revival 50's incluído, por favor. Con una jukebox y calcetines blancos).

Merde, he escrito el post.

domingo, 18 de abril de 2010

The green Greenwich


I met him in a Greenwich village coffee nook
He was selling folk songs and little bitty books
The place was full of happy hop'd up hippies at the time

All mornin' long he hadn't made a dime



Ayer estuvimos en Greenwich. Hacía tanto sol que se me reblandeció el cerebro y no pude escribir nada en el blog. Tengo una teoría: la nube de ceniza negra que nos mantiene aislados del mundo, ha creado una capa atmosférica tan espesa que no deja que pasen las nubes, la lluvia, el frío...Tenemos sol radiante, cielos azul añil.

El pequeño "pueblecito" no llegaba nunca. Vivimos nuestra odisea personal pero había que llegar costase lo que costase (me habían dicho que valía la pena). Londres tiene una peculiaridad. Son ingleses, si. Son ordenados. Hacen colas hasta para fumar en la calle. Los fines de semana no son británicos. El transporte estalla. Muere. El camarote de los hermanos Marx apliando sus miras.

Llegamos a Tower Hill para coger un lindo barquito y, así, surcar el Támesis (qué poético...Como un cuadro de Turner). Demasiada gente. Merde. No pasa nada, no nos desanimamos tan fácilmente. Decidimos ir a coger el tren. También es muy "British", pensamos, como el "Orient Express" (que sí, que salía de París, pero yo me imagino a viejecitas británicas vestidas de tweed tomando té con pastas y charlando de jardinería en él). Lo cogemos. Bien, a las dos paradas nos bajamos para hacer un cambio de línea. No problema. Ajá, sí, a ver, vale, perfecto, está cortada la línea que llega a Greenwich...Bueno, no pasa nada. No, no, no. Estamos bien, ¡estamos bien! ¿vale?. Bajamos para preguntarle a alguien. Estación fantasma. Gritos. A M. Se le ha metido una abeja entre el pelo, pero no pasa nada. Encontramos a alguien que nos dice que cojamos el tren hasta Canary Wharf y que allí cojamos un autobús. ¡Que no decaiga la fiesta! llegamos a la siguiente estación. Cogemos el autobús de remplazo. Calor. Gente. Un vibración exagerada en el vehículo (casi lo hacía más llevadero, pensé).

Sí, por fin. Por un momento vi algunas calles muy parecidas a las de nuestro barrio. Temblé. Si hemos dado la vuelta entera a Londres y estamos en Hammersmith...Yo me bajo y me meto en la cama a llorar. No. Estábamos allí. Greenwich. Como un pequeño pueblo pesquero francés. Con sus emblemas. Su mercado. Sus flores. Parece un día de playa.

We're all fine, we're all fine
We fit together like nickles on a dime
We're so good, we're so nice
We talk the mumbo jumbo Greenwich Mean Time
(Charlotte Gainsbourg)

Llegamos al parque. Green. Se me llena la boca al decirlo. ¡Tan verde! Felicidad. Fresas. Limonada extremadamente dulce. Calor. Sol cegador. Hierba. Pompas de jabón. Helado de nata y chocolate.

Subimos la colina para sentir Londres a nuestros pies. Para pisar el meridiano y saltar encima de él, para ver si así hacíamos temblar el planeta.

Una niña de unos siete años posa para su "padre" (suponemos...Aunque en mi cabeza parecía un pederasta) mejor que las modelos de Vogue...Francamente grotesca la postura de Lolita con el culo en pompa.

Queríamos coger un barco de vuelta...Pero ya no había más. Pasamos una hora en un autobús hacia Holborn. Mereció la pena. Estaba tan cansada por la noche...Casi no podía pensar. Mejor.

viernes, 16 de abril de 2010

Calores "adolescentes"


"Meet me in the bathroom"

That's what she said
I don't mind...it's true.



Los museos ejercen una magia especial sobre la gente. Distinta en cada caso. A mi, los museos, me crean una sensación rara en los dedos. Las yemas me empiezan a hormiguear. Las obras, esculturas, cuadros, son un potente imán que las atrae peligrosamente. Necesito sentir la obra hasta ese punto.

Pero mi caso no es el general. Y, como muestra, un botón. Nuestra oficina, como ya hemos dicho, es un "invernadero" en el último piso, al fondo de todas las salas, al otro lado del teatro. Tenemos una gran puerta que da a las escaleras, a la cocina y al baño de staff. Hace unos días, Fran quería ir al baño. Lo intentó tres veces pero la puerta permanecía cerrada. Raro. Volvió para mirar otras 3 veces. Raro. Puede haberle pasado algo a alguien dentro. Falta gente de la oficina (esto se va pareciendo peligrosamente a una obra de Agatha Christie) ¿quién será?. Espera fuera un momento y acerca la cabeza a la puerta. Ajá. Gemidos. Suspiros. Golpecitos. Ráfagas entrecortadas. Sí, ahora se parece a una novela de la edulcorada Rosamunde Pilcher (todo queda en territorio británico). La intriga nos corroe. Por mi cabeza pasan las combinaciones de personas (y no personas) más bizarras posibles.

La puerta se abre. No. No era mi jefa. No era mi compañero inglés. No era la chica griega de detrás. No eran trabajadores del museo. A través del humo de la expectación...Hacen su aparición una pareja de ancianitos de unos...¿70 años? peinándose y colocándose la ropa, con la cara del color de las cerezas. Bravo por ellos. Habrán dejado sin baño a toda una oficina durante media hora, pero qué es eso en comparación con la pasión desenfrenada que provocan los museos. Ya no sé si quiero la magia que profieren a las yemas de mis dedos o la de los ancianitos decrépitos.

Cambiando de tema, es el cumpleaños de una compañera de trabajo y nos ha invitado a una fiesta de disfraces en un pub. El tema escogido es: "disfrázate de la canción que fue Nº1 en las listas británicas el año que tú naciste". ¡Es un tema genial!, pensais. Pensamos. Miras las listas. Te esperas que, al haber nacido tú ese año, te mereces como mínimo un David Bowie o un Joy Division en condiciones. No. La Bamba. Sí, sí. La Bamba. Merde.

Para bailar la bamba
Para bailar la bamba se necesita una poca de gracia
Una poca de gracia pa mi pa ti
Ay y arriba y arriba
Y arriba y arriba y arriba ire
Yo no soy marinero
Yo no soy marinero, soy capitan

jueves, 15 de abril de 2010

El eterno femenino


Quand nous nous enverrons en l'air
Tu oublieras Jil Sander
Et tes chaussure Haute coutute
Ton admirable Wonderbra
Auront affaire moi
Ta petite culotte de Calvin Klein



Hoy había decidido ser un poco más "chica-chica" (como dice Loreto) e irme a comprar ropa interior. Voy a ser mujer y voy a llevar sujetador, me dije. Lo he intentado, de verdad. Imposible.

No quiero ofender a nadie. Menos a las inglesas. Mi duda es...O ninguna lleva ropa interior...O todas tienen cierta tendencia a la prostit*****.

Los colores me cegaban. Estampados por todas partes. Encajes rosa fucsia. Helados en color verde. Tallas enormes de pecho. Cebra. Estrés.

Me ha fascinado, sobre todo, la raza de los sujetadores con relleno. No, no. No es un relleno al uso para entendidos en...Relleno, supongo. Era como llevar un edredón apretado contra el escote. Lo toco. Lo aprieto. Iiiiiiggg. Gelatina en proceso de solidificación. Estoy convencida de que es un agente corrosivo que no para hasta filtrase en tus pulmones a través de la caja torácica.

Mitos, mujeres, galgos y ciudades,
musas, pintores, gatos y novelas,
reinas, banqueras, hadas y estudiantes,
discos, estrellas, robots y japonesas
(La Mode)

Lo que me recuerda que ayer, en el periódico, publicaban una noticia sobre bikinis para niñas de 7 años que habían tenido que retirar de las tiendas ya que tenían excesivo relleno y resultaba raro ¿raro? ¡Esperpéntico más bien! Una niña pequeña con relleno...Me siento mayor, defasada y traspasada generacionalmente cuando me pongo a pensar y recuerdo que yo ni siquiera llevaba parte de arriba del bikini a esa edad...Y total, para llevarla sólo durante unos añitos y después volver a desecharla...

Mi conclusión, sin duda, es que seguiré buscando...Pero sin esforzarme demasiado. No creo que un sujetador se lo merezca. De hecho, todavía dudo de su utilidad, por lo menos de momento (aunque el tema feminista iconoclasta de quemarlos siempre me ha gustado)

martes, 13 de abril de 2010

Narcolepsia Estacional


Guarda come dondolo,
guarda come dondolo con il twist,
con le gambe ad angolo,
con le gambe ad angolo ballo il twist.
Le ginocchia scendono,
le mie gambe tremano,
forse sono brividi, brividi d'amor!


Te sientes realmente londinense cuando el metro actúa sobre ti ejerciendo una fuerza sobrehumana que te obliga a dormirte nada más entrar en el vagón. Te meces. Te meces suavemente. Es una cunita compartida. Te balancea.

Me pican los ojos, Me acomodo aunque esté de pie. Me duermo. Es tan placentero...La astenia primaveral se está portando fatal conmigo. Soy una narcolépsica estacional (porque va por meses, porque va por paradas del metro) aunque, cuando llego a la cama, el sueño huye de mi y me entretiene con suculentas tentaciones.

Hemos venido experimentando otro fenómeno con el paso de las semanas. Lo llamamos "El muro". Es una confluencia de factores sociológicos...No. El problema es que nos sentimos como EL Gran Hermano de Orwell.

Hey! Teacher! Leave them kids alone!
All in all it's just another brick in the wall.
All in all you're just another brick in the wall.
(Pink Floyd)

Lo hacemos en cualquier sitio: en la calle, en el autobús, en las tiendas...En nuestra cabeza se ha implantado de forma automática la idea de que, como no nos entienden, podemos hablar de ellos, mirarles fijamente e incluso señalarles sin que se den cuenta. Absurdo. Solemos darnos cuenta a los 15 minutos...Cuando ya es tarde. Mira los zapatos de esa chica. El hombre de la derecha, si, si, ese, el de ahí, mira, tiene pinta de profesor de universidad ¿verdad? seguro que enseña poesía, con esas canas en las sienes...No, no me gusta la camiseta, pero ella es mona. Podría ser francesa.

El primer error es pensar que, por hablar en otro idioma, no se dan cuenta de nuestro lenguaje gestual. El segundo, más grave, es asumir que no entienden lo que decimos...Cuando si lo hacen en bastantes ocasiones. Entono el Mea Culpa por haber criticado a unas "chonis" adolescentes, en mi cabeza inglesas, pero en la realidad madrileñas, cerca de Picadilly. Fue un shock escuchar a esas "Amys Winehouse" en miniatura hablando en un estupendo castellano "cañí" después de haberles hecho un repaso entero, desde los aros dorados que colgaban de sus lóbulos hasta las bailarinas rosas de leopardo. No quiero morir en Londres.

She puts her hands against
The life she had
Living with ignorance
Blissful and sad
But nobody knows what lies behind
The days before the day we die
Die, die, die, die, die, die, die
(The Avett Brothers)

*Apuntes a pie de página:
1-Caminando por la calle me ha preguntado una chica: perdona, estoy de prácticas en una peluquería aquí cerca ¿te importaría venirte conmigo 10 minutitos para alisarte el pelo? es que tengo que hacer un mínimo de gente...Mi cara de asombro...Le digo que, como puede ver, yo tengo el pelo absolutamente liso, que no sé que va a hacer conmigo...Se ríe...Es verdad...No se había dado cuenta (!?)

2-Un amable "Bobby" me ha parado también, cuando iba hacia el banco. Susto. Nunca se sabe con la policía inglesa...Me sonríe. Me saluda. Me pregunta si me está yendo bien el día con cara de verdadero interés. Bien, gracias Sir. Have a good day! ¿irá incluído en el sueldo preocuparse por el bienestar psicológico de los ciudadanos?

3-Qué le pasa a mi vidaaaaaaaa



lunes, 12 de abril de 2010

Will you return?

Will you come again? It’s hard to say.
I surely hope so.

Will you come again? It’s hard to say.

I surely hope so.

I wish you’d see yourself as beautiful as I see you


Me dormí. Me tapé con el edredón. Me hice una bolita de arroz. Empecé a soñar. Un ruido ¿un ruido? primer pensamiento: estoy ya soñando. A veces no distingo muy bien la realidad de la ficción como Stéphane. Segundo pensamiento: hay un fantasma de un inquilino pasado que murió en mi cama porque tenía alergia a los pistachos y no se dio cuenta de que la tableta de chocolate tenía un delicioso relleno verde brillante. También pudo morir de pena (so 19's century...)

when you sleep where do your fingers go?
what do your fingers know
what do your fingers show
where do your fingers go
(Cake)

No. Evidentemente no. El "esperado" momento llegó. Presté un poco más de atención y pude distinguir los ruiditos de un pequeño roedor en plácida pernoctación. No me importa, pienso. De hecho, me apetecería verlo de nos ser porque eran las puñeteras 3 de la mañana y tenía sueño.

Decido. Me levanto de la cama. Voy hasta la puerta a encender la luz. Mi intención: recoger suavemente a mi nuevo inquilino y llevarle a un sitio más adecuado para lindos ratoncitos. Clara, en camisón. Clara, achinando los ojos porque la luz le taladraba hasta el cerebro. Clara está en medio de la habitación, en medio de la moqueta esperando a que salga su nuevo compañero.

what does it take to turn you on,
on
now he has gone?
now you're over 21?
now your animal's gone?
animal, he was animal, an animal
(Suede)

Es tan pequeñito y mono. Pasa corriendo, de forma casi imperceptible, desde la mesilla de noche hasta el armario. No sale. No sale. No sale.

Pienso. Tengo sueño. Pobre ratoncito. Podría estar en un sitio mejor, pero...Tengo sueño. No creo que se suba a la cama conmigo...Espero. Me duermo.

Seguramente haya salido por debajo de la puerta y se haya ido a otro cuarto (¿por qué no me quiere a mi?). Loreto. Cara de horror y grito ahogado al enterarse. Ella no hubiera dormido hasta que se hubiera ido. Pobre. Pobre Elefante (nombre que le he asignado, aunque no quiera estar conmigo). Le hubiera construido una casita confortable.

Qué días tan raros. Se me sale.

domingo, 11 de abril de 2010

Diamond Day


Just another life to live
Just a word to say
Just another love to give
And a diamond day


Recuerdo pocos días tan felices desde que llegué a Londres como el de ayer. Aunque vayamos de progres (palabra que, por otro lado, suena retro) y de "nowhere girls", el sol y el calor de la tierra madre nos atrae como un imán de esos gigantescos, de películas de ciencia ficción de serie z.

Hyde Park tiene hierba de color verde intenso. Árboles con muchas ramitas. Vertebrados. Arterias donde viven ardillas gordas de colas efímeras y palomas de ciudad.

N. Ha venido a vernos. La sacamos a pasear y, a cambio, nos ha traído unos maravillosos quesos franceses, excusa perfecta para un picnic primaveral.

Saltamos sin parar. Saltamos hasta el cielo. Saltamos hasta que nos dolían las piernas. Saltamos atravesando las barreras del sonido.

Rompiendo las barreras del sonido voy
tambores anunciando el fin del mundo son
latidos que se escapan de mi corazón
(Iván Ferreiro)

Últimamente suspiro mucho, y no sé por qué. Me salen sin más. Por la calle. En el trabajo. En la cama. Ciclos y más ciclos por todas partes entrelazándose. Chocándose. Crash.

Será que me siento un poco "folk". Y con eso, lo explico todo. Creo. Let's go to Brick Lane.


sábado, 10 de abril de 2010

Le soleil passe son bras par la fenêtre


Déjà j'ai connu le parfum de l'amour

Un million de roses n'embaumerait pas autant

Maintenant une seule fleur dans mes entourages
Me rend malade


Hoy no me apetece pensar. No me apetece ni teclear compulsivamente en el Mac. Así que hoy va a haber un post-telegrama:

Ayer. Henry Moore. Tate Britain.

Apasionante. Formas. Sensual.

Atormentado. Auswitch. Genial.

Pintas. Picadilly. Música.

Saturday wait [...] but friday never hesitate...
(The Cure)

Hoy. Picnic. Hyde Park.


Vestido. Sol. sombrero.

Manta. sandwiches. Zumo.

Ardillas. Volteretas. Termo.

Let's have a picnic on a cloudy sunny day
No, I won't be cold. Let your words be my sun.
(Annie B. Sweet)


Bienvenida. Welcome. Bienvenue.

Excitación. Primavera. Desconcierto.

Rojo. Rojo. Rojo.

Grito. Inner. Grito.

Relaaaaaaaaaaaaax.

jueves, 8 de abril de 2010

Le temp des cerises


Cerises d'amour aux robes pareilles
Tombant sous la feuille en gouttes de sang
Mais il est bien court le temps des cerises

Pendants de corail qu'on cueille en revant



El sol ha llegado a la isla gris. Así, sin avisar. Sin telegramas para guardar el abrigo.

La enorme fuente de los jardines centrales del museo se ha convertido en una improvisada piscina con chorros en dirección al cielo. La primavera hace que te quites muchos pesos de encima (no solo la ropa gordita y lanosa). Te hierve la sangre. Te subes por las paredes. C'est le temp des cerises. De la libertad. Del semi-calorcito. Del rojo sangre. De la rabia positiva. De desgarrar. De pestañear. De gritar. De salivar. De oler tocando y tocar oliendo.

Au printemps, au printemps,
au printemps j'aurai seize ans

Vive la vie, vive l'amour
et vive le vent

(Marie Laforet)

Me he puesto un poco roja de mirar al sol. Soy más cereza. Soy más inglesa.

De camino a casa nos hemos quedado fascinadas por dos casas unidas: una en rosa pastel y otra en "baby blue". Miramos. Nos extrañamos. Nos damos la vuelta y miramos a un perro pekinés que nos mira desde detrás de una bola de cristal con rayos rosáceos y morados, a través de una ventana en la que se reflejan las dos casas gemelas.

Conjeturas: sería muy fácil asumir que, no sé, por ejemplo, las casas son de dos hermanos (chico y chica). Sus padres se las regalaron y les dieron una manita de pintura rol-de-género (superventas en Leroy Merlín, seguro). Qué sencillo y suspicaz. O uno de los dueños pintó la casa y al otro le dio envidia y sólo quedaba ese color en la tienda...O el de la casa rosa, odiador extremo de su vecino por haber seducido a su mujer mientras ella cortaba las rosas rojas del jardín, con ese delantal que le queda tan bien, lleno de fresitas y ajustado en la parte de arriba, lo que realza considerablemente su busto, pintó la casa de su enemigo de color rosa, como ataque a su masculinidad (si se le puede asignar a este pigmento esa capacidad...Yo lo odio, pero ese es otro tema). El afectado, como revancha, pintó la casa del marido de azul, ya que, según él, es el color que tiene su vida, triste, cabreada, posesiva...

Welcome to the House of Fun
Now I've come of age
Welcome to the House of Fun

Welcome to the lion's den

Temptation's on his way

Welcome to the House of Fun

(Madness)

Con le printemps, una ráfaga de verde se va extendiendo por las calles. Trepó por la ventana. Disimulando. Sin hacer ruido. Se coló en la cocina e hizo que saliese un tallito verde con dos hojitas aterciopeladas de la parte de arriba del fregadero. Raro. Bonito. Estuvimos un rato mirándolo. Me dio por temblar. Había salido de la repisa de granito. De granito. Hay que cuidar a la plantita. Al "brote verde".

PS. Ya sé que todo el mundo se habrá dado cuenta de que ha llegado esta estación hace unas semanas, pero ha sido hoy cuando ha llegado a mi casa. Por lo tanto, hoy ha empezado la primavera.

miércoles, 7 de abril de 2010

Greenhouse effect


Glass house upon the hill so big and still,
the shady lane It's ours , my love ,
until the day we say auf wiedersehen



Yo trabajo en un invernadero ¿y tú? Yo trabajo en una oficina con forma de invernadero con altísimos techos y una lámpara en forma de nube colgada sobre nuestras cabezas. Yo trabajo en una oficina con forma de invernadero con una lámpara-nube y con unas ventanas enormes que dan a un montón de tejados ingleses con gente inglesa viviendo debajo de ellos.

Dentro de mi oficina-invernadero hay grupitos de personas. Hay americanos, hay ingleses, hay griegos, indios (de la India), malayos y españoles. Siempre hay dulces, bollos y fruta encima de la nevera. Ayer tardé 30 minutos en conseguir terminarme un toffee y después me dolían los dientes...Pero conseguiré batir esta marca.

Dentro de los grupitos de personas, dentro de mi oficina, dentro de mi museo, hay un personaje fascinante. Se llama S. Le llaman "vadar", porque es el alma del programa que usamos para trabajar. Es el "dueño" de todas nuestras imágenes. S. Es muy especial. Es mayor. Es inglés. Tiene cara de inglés. Es actor también. Es silencioso. A S. Le pasa una cosa: tiene flashbacks. Si, si, de verdad, F-l-a-s-h-b-a-c-k-s. Vive su vida. Se le va la mente. Mira fijamente a una pared durante una hora y vuelve a su vida.

And in the ruins of the balloon
Stood a man with glasses held high,
Wondering when to do it again
Have another fly into the sky,
Somewhere flying high
(Yes)

S. Siempre lleva sus gafas grandes estilo "seventy's" para ver. Puede que en los momentos en los que no está con nosotros se vaya a bailar entre purpurina y plataformas. Entre música disco y pantalones de campana. La gente habla a S. Delicadamente, con cuidado, somo si se fuera a embarcar en uno de sus viajes en cualquier momento. Yo no. Yo le envidio. La cantidad de posibilidades que tiene su "rareza" a la hora de dejar de lado la rutina...La semana pasada tuve que dejarle mi ordenador un rato para trabajar. Puede que por unos instantes compartiésemos un flashback y cambiáramos nuestros cuerpos. Toco mi pelo blanco y mis barbas. Mis gafas retro-revival. Él es pelirroja y extranjera. Le gustan las cosas hechas de papel y el zumo de grosella.

Me gusta pensar que, cuando cierra el museo, él sigue ahí, viajando incesantemente a través de los siglos según camina sonámbulo por las salas.

martes, 6 de abril de 2010

Rubi Tuesday


Goodbye, Ruby Tuesday

Who could hang a name on you?
When you change with every new day
Still I'm gonna miss you...



Si quieres saber tu fortuna, tienes que venir a Londres. Hemos (Loreto y yo, aunque supongo que si me refiriera sólo a mi, también usaría la primera persona del plural. Mi poca experiencia bloguera me hace sentir insegura ante la apabullante individualidad de estos pequeños (gigantes) universos) descubierto algo maravilloso en el diario "Metro" y, evidentemente, no son sus "realistas" noticias: el horóscopo.

No me lo creo. No me digas que lo lees. Vaya tontería. Es lo más acertado de todas las informaciones dadas por el periódico.
No somos de esas horteras que lo leen al principio del día para tomar conciencia de los acontecimientos venideros. Eso, como he dicho, es de mal gusto y resta emoción a la jornada. No. Hacemos comprobaciones a posteriori. Nos emociona ver nuestro día narrado en cuatro líneas de tinta corrida como si fuera una película antigua. Una película de estructura perfecta.

Mi horóscopo de hoy (mi metroscope) dice que mi futuro y mi pasado se enredarán en una mezcla perfecta, terminando con un "enjoy it my friend!" (el resto me lo guardo. Tampoco voy a contarlo todo ¿no?). Soy una acuario que escribe sobre horóscopos pero que no cree en los horóscopos aunque me digan exactamente lo que quiero oír.

This is the dawning of the age of Aquarius
The age of Aquarius
Aquarius!

Aquarius!


Cuando fallan los astros...Solo nos queda consultar a la bola negra que tenemos en la cocina, a la que preguntamos sin parar. Es tan fácil recibir respuestas solo moviendo el liquidito oscuro de dentro...Y tan "noventas"...

Cheers!

Apuntes a pie de página:
1- Tenemos un nuevo habitante en la cocina...Pero eso es un tema para mañana.
2- Hoy ha hecho sol y eso hace que me acuerde de otro país y de gente de ese país
3- Si alguien quiere saber qué tal le ha ido el día de hoy...Que nos consulte, tenemos el periódico (y si queréis saber qué tal os irá mañana...Tenemos a nuestro pequeño cuerpecito esférico lleno llenito de respuestas)
4- No, no hay luz en el baño. Las duchas en la oscuridad: esa gran experiencia que todos deberíamos tener.

lunes, 5 de abril de 2010

Hairdresser on fire


Here is london, giddy of london
Is it home of the free -
Or what?

Oh, hairdresser on fire
All around Sloane Square
And you're just so busy
Busy, busy
Busy scissors
Oh, hairdresser on fire...


Unisex Salon Azucena. Open 7 Days. Ésta es nuestra casa.

Que sí, que no es broma, que ésta es nuestra casa. Muchas mañanas hay una cola de personas 

[otro día hablaremos de las colas de personas en Londres, ya lo dice la guía, tira un sombrero al suelo y observa cómo se hace la cola detrás]

en la puerta de nuestra casa. Quieren entrar al Unisex Salon Azucena, porque es el único seven eleven del barrio. Nunca sabes cuándo vas a despertarte en medio de la noche, o cuándo vas a estar conduciendo hacia el trabajo, o cuándo vas a estar poniendo la mesa para una comida de quince y de repente tienes que

Así que hacen cola, por la mañana, por la tarde, con eso de Change me, change me / Oh, here in london, a lo Morrissey. Les decimos buenos días y les invitamos a té. Estás muy guapo, les decimos después, o estás muy guapa

[depende, claro]

. A veces juegan con Golden The Pony Boy. No imagináis lo empáticos que pueden ser los pingüinos respecto a los cortes de pelo.

La peluquería tiene dos puertas. Una es nuestra casa. Subes las escaleras y ahí estás: Salón Unisex. Welcome home.

Monday, monday


Monday Monday, so good to me,
Monday Monday, it was all I hoped it would be
Oh Monday morning, Monday morning couldn't guarantee
That Monday evening you would still be here with me
(The Mamas and the Papas)


Entras en Londres a través del espejo. Todo rápido. Todo al revés. Alguien me dijo que todos los que viven más allá de Francia son "bárbaros del norte".

Vivo al norte del norte
Hace frío en mi país
Lejos de todo, lejos de ti
(Nacho Vegas)

La no luz del sol que no calienta atraviesa las cortinas amarillas (que no persianas, ni contraventanas, ni nada de nada) y me despierta cada vez más pronto.
Hay una enorme maleta en el suelo llena de libros y ropa que no me apetece nada vaciar y la miro desafiante con mi cabeza apoyada en Golden The Pony Boy. Con mi maleta apoyada en la moqueta.

Tumbado en mi moqueta azul
prometes que me llevarás de viaje
hasta el final del sur
(Anny B Sweet)

Hoy es lunes de "Easter" en Gran Bretaña por lo que, aparte de no tener que ir a trabajar, podemos tener una "muerte por chocolate" a base de huevos de Pascua (Lo que, por otra parte, me escama ya que...¿Por qué un conejo te trae los huevos de chocolate? qué clase de malformación genética es esa? Están locos estos ingleses).
Loreto está dormida. Bostezo. Bostezo.

Es fascinante descubrir que el autobús de dos pisos que se para siempre delante de tu ventana tiene la altura perfecta para que, cuando sales de la ducha y te estás cambiando, todos los pasajeros de arriba te vean desnuda (Nota mental: correr las cortinas amarillas "no opacas". Algo es algo...)

Voy a tirarme encima de Loreto. Sí, ahora Loreto está despierta. Ahora comienza un nuevo día.