miércoles, 7 de abril de 2010

Greenhouse effect


Glass house upon the hill so big and still,
the shady lane It's ours , my love ,
until the day we say auf wiedersehen



Yo trabajo en un invernadero ¿y tú? Yo trabajo en una oficina con forma de invernadero con altísimos techos y una lámpara en forma de nube colgada sobre nuestras cabezas. Yo trabajo en una oficina con forma de invernadero con una lámpara-nube y con unas ventanas enormes que dan a un montón de tejados ingleses con gente inglesa viviendo debajo de ellos.

Dentro de mi oficina-invernadero hay grupitos de personas. Hay americanos, hay ingleses, hay griegos, indios (de la India), malayos y españoles. Siempre hay dulces, bollos y fruta encima de la nevera. Ayer tardé 30 minutos en conseguir terminarme un toffee y después me dolían los dientes...Pero conseguiré batir esta marca.

Dentro de los grupitos de personas, dentro de mi oficina, dentro de mi museo, hay un personaje fascinante. Se llama S. Le llaman "vadar", porque es el alma del programa que usamos para trabajar. Es el "dueño" de todas nuestras imágenes. S. Es muy especial. Es mayor. Es inglés. Tiene cara de inglés. Es actor también. Es silencioso. A S. Le pasa una cosa: tiene flashbacks. Si, si, de verdad, F-l-a-s-h-b-a-c-k-s. Vive su vida. Se le va la mente. Mira fijamente a una pared durante una hora y vuelve a su vida.

And in the ruins of the balloon
Stood a man with glasses held high,
Wondering when to do it again
Have another fly into the sky,
Somewhere flying high
(Yes)

S. Siempre lleva sus gafas grandes estilo "seventy's" para ver. Puede que en los momentos en los que no está con nosotros se vaya a bailar entre purpurina y plataformas. Entre música disco y pantalones de campana. La gente habla a S. Delicadamente, con cuidado, somo si se fuera a embarcar en uno de sus viajes en cualquier momento. Yo no. Yo le envidio. La cantidad de posibilidades que tiene su "rareza" a la hora de dejar de lado la rutina...La semana pasada tuve que dejarle mi ordenador un rato para trabajar. Puede que por unos instantes compartiésemos un flashback y cambiáramos nuestros cuerpos. Toco mi pelo blanco y mis barbas. Mis gafas retro-revival. Él es pelirroja y extranjera. Le gustan las cosas hechas de papel y el zumo de grosella.

Me gusta pensar que, cuando cierra el museo, él sigue ahí, viajando incesantemente a través de los siglos según camina sonámbulo por las salas.

0 comentarios:

Publicar un comentario

¡No estamos solas! ¡Dinos algo!