domingo, 18 de abril de 2010

The green Greenwich


I met him in a Greenwich village coffee nook
He was selling folk songs and little bitty books
The place was full of happy hop'd up hippies at the time

All mornin' long he hadn't made a dime



Ayer estuvimos en Greenwich. Hacía tanto sol que se me reblandeció el cerebro y no pude escribir nada en el blog. Tengo una teoría: la nube de ceniza negra que nos mantiene aislados del mundo, ha creado una capa atmosférica tan espesa que no deja que pasen las nubes, la lluvia, el frío...Tenemos sol radiante, cielos azul añil.

El pequeño "pueblecito" no llegaba nunca. Vivimos nuestra odisea personal pero había que llegar costase lo que costase (me habían dicho que valía la pena). Londres tiene una peculiaridad. Son ingleses, si. Son ordenados. Hacen colas hasta para fumar en la calle. Los fines de semana no son británicos. El transporte estalla. Muere. El camarote de los hermanos Marx apliando sus miras.

Llegamos a Tower Hill para coger un lindo barquito y, así, surcar el Támesis (qué poético...Como un cuadro de Turner). Demasiada gente. Merde. No pasa nada, no nos desanimamos tan fácilmente. Decidimos ir a coger el tren. También es muy "British", pensamos, como el "Orient Express" (que sí, que salía de París, pero yo me imagino a viejecitas británicas vestidas de tweed tomando té con pastas y charlando de jardinería en él). Lo cogemos. Bien, a las dos paradas nos bajamos para hacer un cambio de línea. No problema. Ajá, sí, a ver, vale, perfecto, está cortada la línea que llega a Greenwich...Bueno, no pasa nada. No, no, no. Estamos bien, ¡estamos bien! ¿vale?. Bajamos para preguntarle a alguien. Estación fantasma. Gritos. A M. Se le ha metido una abeja entre el pelo, pero no pasa nada. Encontramos a alguien que nos dice que cojamos el tren hasta Canary Wharf y que allí cojamos un autobús. ¡Que no decaiga la fiesta! llegamos a la siguiente estación. Cogemos el autobús de remplazo. Calor. Gente. Un vibración exagerada en el vehículo (casi lo hacía más llevadero, pensé).

Sí, por fin. Por un momento vi algunas calles muy parecidas a las de nuestro barrio. Temblé. Si hemos dado la vuelta entera a Londres y estamos en Hammersmith...Yo me bajo y me meto en la cama a llorar. No. Estábamos allí. Greenwich. Como un pequeño pueblo pesquero francés. Con sus emblemas. Su mercado. Sus flores. Parece un día de playa.

We're all fine, we're all fine
We fit together like nickles on a dime
We're so good, we're so nice
We talk the mumbo jumbo Greenwich Mean Time
(Charlotte Gainsbourg)

Llegamos al parque. Green. Se me llena la boca al decirlo. ¡Tan verde! Felicidad. Fresas. Limonada extremadamente dulce. Calor. Sol cegador. Hierba. Pompas de jabón. Helado de nata y chocolate.

Subimos la colina para sentir Londres a nuestros pies. Para pisar el meridiano y saltar encima de él, para ver si así hacíamos temblar el planeta.

Una niña de unos siete años posa para su "padre" (suponemos...Aunque en mi cabeza parecía un pederasta) mejor que las modelos de Vogue...Francamente grotesca la postura de Lolita con el culo en pompa.

Queríamos coger un barco de vuelta...Pero ya no había más. Pasamos una hora en un autobús hacia Holborn. Mereció la pena. Estaba tan cansada por la noche...Casi no podía pensar. Mejor.

2 comentarios:

JD dijo...

Greenwich. Yo cogí el autobús de Holborn, que me pillaba al ladito de la residencia. Me quedé dormido y aparecí allí. Y había Dark Berry Mocca y me hizo mucha ilusión. Luego me dolía mucho la cabeza (a lo mejor no es el sol, es el lugar en sí) y fui a una farmacia a por Ibuprofeno. Le dije al farmacéutico "I don't know how to say it in English, but in Spanish we call it "Ibuprofreno". El señor me dijo que los medicamentos son internacionales.

Fin de la historia :)

Jose

Clara dijo...

Primero: a mi me pasó lo mismo con el Paracetamol^ ^

Segundo: soy taaaaaaan fan tuya, Jose...

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